Llegó el día D, la ida del partidazo de la temporada, el gran Clásico que enfrentan al FCBarcelona y Real Madrid.
Todas las miradas del planeta tierra puestas en el estadio Camp Nou, con los azulgranas obligados a salir del pequeño bache en el que se han instalado en los últimos encuentros y vencer al eterno rival para impedir que estos se escapen aún más en la clasificación.
Los blancos llegan con la seguridad que da que pase lo que pase saldrán líderes del partido, pero que eso no quita la gran posibilidad de asestar la estocada a su máximo rival y de paso sumar un encuentro más sin conocer la derrota.
Luis Enrique recuperaba para este encuentro a una pieza clave del juego combinativo culé, Andrés Iniesta, aunque después no jugó de inicio, mientras que Zinedine Zidane perdía en el último partido al que perfectamente podríamos decir al mejor de los suyos, el gáles Gareth Bale.
Los primeros cuarenta y cinco minutos fueron muy tácticos por ambos equipos, donde apenas hubo ocasiones de gol, pero donde los madridistas se les veía muchísimo mejor mentalmente sobre el campo que su rival, donde incluso pudo irse al descanso por delante en el marcador en la recta final.
Otra cosa que marcó ésta primera mitad fueron los posibles penaltis en ambas áreas no pitados por un Clos Gómez que le vino grande al final el clásico.
En la segunda parte ya se vio algo más, donde llegaría los dos únicos tantos del partido, uno para cada equipo.
Primero llegaba el tanto de los catalanes a los siete minutos, en un lanzamiento de falta botada por Neymar Jr y rematada en boca de gol por Luis Suárez para poner a los suyos por delante. Tras el tanto y con la salida al campo de Andrés Iniesta, los visitantes dieron un bajón y los locales pudieron sentenciar primero en las botas de Neymar Jr y a nueve del final de Lionel Messi, pero después volverían a carburar los blancos en la recta final y achicar balones los blaugranas.
Hasta que llegó al que siempre se le espera en los últimos instantes de un partido importante, Sergio Ramos, que cabecearía al fondo de la red el esférico para hacer el empate definitivo del partido.
Empate final a uno, con sabor a derrota para los azulgranas, que pierden la gran oportunidad de recortarle puntos al líder, que se lleva este empate in-extremi como un golpe claro de que este año si se va a por LaLiga, mantiene la diferencia de seis puntos y de paso suma ya 33 partidos sin perder.
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